Manda bemoles, tener tiempo y temas diversos para actualizar el blog, y tenerlo que hacer con esta triste noticia. Y es que, ayer por la noche, lo último que me esperaba viendo ese pseudo-programa llamado El Topo era que me soltaran la noticia de que había muerto Michael Jackson. El, para muchos, Rey del Pop.
Hoy es un día triste, y es que no ha muerto únicamente un músico, sino uno de esos artistas que serán siempre recordados. Todo un icono. Primero porque revolucionó el mundo de la música cuando formaba parte de los Jackson 5 allá por finales de los 60 y primeros de los 70, y luego cuando emprendió su carrera en solitario. En la posteridad quedarán temas como Billie Jean, Bad, Smooth criminal, Black or white, y muchísimos, muchísimos otros. Y no sólo las canciones, sino también sus videoclips.
Cabe esperar que su última etapa plagada de excentricidades pase al olvido, y que sólo se recuerde al genio y artista, igual que sucedió con Elvis Presley. Únicamente, así, se hará justicia al legado que nos ha dejado Michael Jackson. Pero sé que eso no sucederá, y que la prensa amarilla y rosa ya está subiéndose al carro y opinando sobre todos los temas ajenos a su música y a la que iba a ser su futura (y última) gira. Tanto es así que hasta ese desperdicio televisivo llamado Belén Esteban ha abierto la boca en relación al tema. Y así vamos.
Y con la imagen de la portada de uno de los mejores discos de la historia, cierro esta entrada. Que descanse en paz.
Hoy es un día triste, y es que no ha muerto únicamente un músico, sino uno de esos artistas que serán siempre recordados. Todo un icono. Primero porque revolucionó el mundo de la música cuando formaba parte de los Jackson 5 allá por finales de los 60 y primeros de los 70, y luego cuando emprendió su carrera en solitario. En la posteridad quedarán temas como Billie Jean, Bad, Smooth criminal, Black or white, y muchísimos, muchísimos otros. Y no sólo las canciones, sino también sus videoclips.
Cabe esperar que su última etapa plagada de excentricidades pase al olvido, y que sólo se recuerde al genio y artista, igual que sucedió con Elvis Presley. Únicamente, así, se hará justicia al legado que nos ha dejado Michael Jackson. Pero sé que eso no sucederá, y que la prensa amarilla y rosa ya está subiéndose al carro y opinando sobre todos los temas ajenos a su música y a la que iba a ser su futura (y última) gira. Tanto es así que hasta ese desperdicio televisivo llamado Belén Esteban ha abierto la boca en relación al tema. Y así vamos.
Y con la imagen de la portada de uno de los mejores discos de la historia, cierro esta entrada. Que descanse en paz.
