23 de julio de 2008

Aquel maravilloso secuestro

Aunque prefiero leer un libro durante mis horas muertas o desplazamientos en transporte público, de vez en cuando me gusta acercarme a un kiosko y comprar un par o tres de revistas de distintos ámbitos. No soy fiel a una publicación concreta, y me gusta ojear cuánto veo antes de decidirme, ya que las compro en función de los temas que tratan. Hoy ha sido uno de esos días, ya que, pese a que estaré un montón de horas en el curro, tendré bastantes tiempos de inactividad. Total, que me he agenciado la revista El Jueves para así poder echar unas risas y olvidarme de lo lentas que avanzan las horas. ¿Y a dónde quiero ir a parar contando esto?

Se cumple un año del secuestro que sufrió la revista por parte de Juan del Olmo, juez de la Audiencia Nacional, tras declarar que la portada de su número 1.573 (ahí es ná, y es que la revista nació durante la Transición, en el año 1977), publicada el 18 de julio de 2007, era una clara muestra de injurias a la corona. En ella aparecía una caricatura de los Príncipes de Asturias manteniendo relaciones sexuales, en una clara burla a la medida electoralista de Zapatero de dar 2.500€ por cada hijo que se tuviera. El juez no lo vió del mismo modo, declarándola "claramente denigrante y objetivamente infamante". Así que tras la sentencia, se procedió a evitar que la revista se siguiera distribuyendo, se clausuró la página web, y se pidió al director de la publicación que le entregara las placas, como si aún estuviéramos en la época de Guttenberg y el ordenador fuera una creación del diablo. No se consiguió el efecto esperado, puesto que, lejos de impedir la difusión de la caricatura, ésta terminó apareciendo en todos los medios de comunicación, suscitando múltiples debates acerca de la libertad de expresión, y consiguiendo que las copias existentes del número secuestrado alcanzaran precios desorbitantes en ebay. Finalmente, tras el juicio, el juez condenó a los dibujantes de la caricatura a pagar una multa de 3.000€ declarándolos culpables del delito de injurias a la corona.


Portada censurada y "rectificación" posterior

Lejos de evitar de nuevo el tema, y haciendo honor a que la publicación es la número uno a nivel estatal en lo que a sátira y humor se refiere, han rescatado la portada censurada para darle otro aire, homenajeando a la que tuvo que ser retirada un año antes. En ésta vemos a los príncipes en idéntica postura durante una de las regatas habituales del verano.

Ya se han empezado a escuchar las primeras críticas y comentarios catalogando el poster como provocación, canallada e insulto. Los meapilas y retrógradas ya están ocupando debates y soltando estupideces mientras se les llena la boca recitando de carrerilla palabras como "libertad", "respeto", e "humor inteligente", además de exigir una disculpa pública por una "mofa reiterada de la ley". Y es que, lejos de que sea o no partidario de la monarquía, siento que vivimos en un país de pandereta. Y digo país de pandereta por dos grandes motivos.

Portada censurada en 2007 / Poster homenaje en 2008

Por un lado, porque tanto que proclaman algunas personas que tenemos una monarquía cercana, interesada en política y sociedad, accesible, y campechana, tanto que intentan hacer ver a la sociedad que son "uno más", sean esas mismas personas las que intenten mantener una escala de clases (dejando a un lado el hecho de que existan o no). Es decir, una discriminación legislativa en función de a qué pertenezcas. Estoy a favor de que, como mandatarios y personas al frente del estado, la ley les garantice una seguridad jurídica, pero no de que únicamente ellos sean los beneficiarios de esa medida, sino también nuestros altos cargos políticos, los cuales, además de haber sido escogidos democráticamente, tienen un papel mucho más determinante en el funcionamiento del país.

El segundo motivo es, siguiendo con el hecho de que nos encanta proclamar lo modernos e inteligentes que somos, que seamos aún, en pleno siglo veintiuno, tan reacios, miedosos e intolerantes con hacer sátira y humor de según qué cosas. Por supuesto que hay que marcar unos varemos, unos límites exigibles para evitar herir u ofender, pero estos límites no debe marcarlos un juez, legislador o chupatintas de despacho, sino la población en sí. Debería ser la población quien pudiera discernir sobre qué puede hacerse humor y sobre qué no; en caso contrario, seguiremos contribuyendo a que las nuevas generaciones no sean capaces de pensar y opinar por sí mismas.

En fin, que de entre tanto cinismo y palabras vacías, me alegro de que una publicación tan veterana como El Jueves siga otorgándonos, 31 años después de su creación, un soplo semanal de aire fresco en el mundo del humor. Y que sigan.

21 de julio de 2008

Echochrome: Muerte neuronal masiva

Cuando me compro un videojuego me gusta que éste suponga un reto, que me haga trabajar el cerebro y, a la vez, me entretenga y divierta. No soy de jugar demasiado a las videoconsolas, prefiero dedicar el tiempo a ver películas o series, leer libros, o escuchar música, así que cuando me pongo con el mando en las manos para iniciar una partida, pido que el tiempo que dedique a ello me satisfaga. Y es que, la verdad, tiendo bastante a comprarme juegos y cedérselos a mi hermano a los pocos días para que los devore y amortice, puesto que con los precios actuales de algunos, el comprar y desterrar en el cajón es una opción poco viable.

El último que se vino a casa este mes, y ya van unos cuantos, fue Echochrome, para la PSP, la portátil de Sony. Explicar en qué consiste es un poco difícil, pero una vez empezamos a jugar se hace muy sencillo su planteamiento. Se trata de un juego de puzzles en el que deberemos llevar a una figura “humana” (o eso parece) de un sitio a otro a través de estructuras tridimensionales. La figura avanza sola, y únicamente podemos detenerla para pensar en cómo llevar a cabo su recorrido, así que nuestra tarea consiste en cambiar la perspectiva del escenario para engañar a la vista. Es decir, la perspectiva que usemos será la que influya en la realidad del juego, en cómo veamos el escenario y así lo vea también nuestro personaje. ¿Confuso, verdad?

Explicando un poquito más en qué consiste, el juego obedece a cinco reglas fundamentales en función de la perspectiva que le otorguemos a la pantalla. Por ejemplo, si hay un agujero éste podrá ser eliminado si conseguimos que con la perspectiva que le demos, éste no se vea. Otro caso es el que nos permite unir dos plataformas situadas en dos niveles distintos, siempre y cuando nuestra perspectiva nos permita verlas unidas (es decir, colocando la cámara en la parte superior no tendremos noción de profundidad, por lo que nuestro personaje podrá pasar de una plataforma a otra en diferentes alturas).

Como ya dicho, pese a la confusa explicación de la mecánica, una vez juguemos será muy sencillo de entender, pero no de avanzar niveles. Y es que, pese a que la mecánica es sencilla, el juego se hace enormemente complicado, y en más de una ocasión uno deseará estallar la PSP contra la pared. Además, la música del juego, especialmente repetitiva y tediosa, nos animará a ello. Por suerte, podemos escoger pantalla a nuestro antojo, o crear niveles a voluntad, y no deberemos batallar infinitamente con un nivel en concreto, evitando así la frustración y el mentar a la madre que parió al creador del juego. Eso sí, la dificultad a medida que avanzamos se hace cada vez más endiablada, y no a partir de la vigésimo-primera o segunda pantalla, sino del cuarto o quinto nivel.

Después de declararme fan absoluto de juegos como Brain Training, Locoroco, Patapon, y demás, únicamente me queda decir que, para los que nos gustan los retos y los juegos que poder usar de vez en cuando, dispongamos de poco o mucho tiempo que dedicarles, es una opción más que recomendable. Todo un reto para nuestro cerebro. Eso sí, recomiendo no jugar a él en días de resaca, puesto a que la visita al retrete será una constante. Queda dicho.

En este link dejo un video para que podáis ver a esta pequeña joya en funcionamiento.



Calificación: 7,5

19 de julio de 2008

Recordando a Aqua

Hace unos días, durante una de mis noches de insomnio y de compra compulsiva a través de esa gran droga llamada Ebay, encontré que un chico se quería desprender de los dos discos de uno de los grupos que tuvieron mayor repercusión mundial a finales de los 90: Aqua. Y es que, ¿hay alguien que no haya tarareado alguna vez la canción Barbie Girl? Complicado.

Este grupo danés formado por René Dif, Claus Norreen, Søren Rasted y la vocalista noruega Lene Nystrøm, iniciaron su andadura allá por 1994, pero no fue hasta 1997, tras su 4º single, el ya mencionado Barbie Girl, que alcanzaran el estrellato. Anteriormente ya obtuvieron un número uno en su país, Dinamarca, con su 2º single Roses are red, y con su 3r tema My oh my. A éstos les acompañaron otros como Dr. Jones o Turn back time, gracias a los cuales vendieron más de 12 millones de copias de su primer álbum, "Aquarium".

Fue un disco bien “amortizado” (lo llamaremos así), ya que sus temas estuvieron sonando en las distintas emisoras de media Europa desde 1995 a 1999, ahí es nada. Algo parecido a lo que está sucediendo ahora con La Quinta Estación, pero eso ya es otro tema. El estilo de su primer disco, y que continuaría claramente en el siguiente, era predominantemente eurodance, muy desenfadado y pegadizo, que pudo mezclarse perfectamente con temas como la ya citada Turn back time, baladón y tema principal de la película "2 vidas en un instante", protagonizada por Gwyneth Paltrow. El éxito del disco también les sirvió para que la empresa Mattel intentara obtener tajada demandándolos por haber usado el nombre de la muñeca Barbie en su tema.

En lo que respecta a su segundo disco, "Aquarius", a mi parecer fue un intento de repetir el éxito de su antecesor, pero no hubo suerte. Los temas eran muy parecidos, y únicamente dos temas consiguieron salvarlo de caer rápidamente en el olvido. Y esos dos temas, además, eran los que abrían el disco, con lo que la escucha del resto del CD era totalmente prescindible. Estoy hablando de Cartoon heroes y de Around the world. Eso sí, la calidad de sus videoclips fue in crescendo. Es lo que tiene disponer de más presupuesto...

Total, cuatro años después de alcanzar el éxito, y a las puertas de la grabación de su tercer disco, el grupo se disolvió por tensiones sexuales entre los integrantes del grupo (acabando en una boda entre Lene Nystrøm y Søren Rasted, los cuales continúan felizmente casados y con dos hijos) y por una llamada “falta de creatividad. A partir de ahí, cada uno siguió por su lado. Lene lanzó un disco en 2003, del cual se recuerda la canción It’s your dutty, un éxito momentáneo y efímero. René Dif ha optado por aparecer en telefilms de sobremesa, ya que, por lo visto, las dotes interpretativas del amigo no dan para nada más.

Pero aquí viene lo “bueno” (lo pongo entre comillas, sí): el grupo ha vuelto a juntarse, y ayer empezó una pequeña gira por Dinamarca, la cual acabará con la salida de un disco recopilatorio que incluirá temas que quedaron guardados en un cajón debido a la separación del grupo. Ahora me planteo: ¿Es un regreso necesario? ¿Aportará algo positivo al grato recuerdo que dejaron con sus dos discos? Yo creo que no, pero prefiero esperar a que suene algún tema para poder opinar con algo de fundamento. Aunque supongo que servirá para que la gente se gaste los cuartos en el disco y los descubra un poquito más, ya que tanto "Aquarius" como "Aquarium" andan descatalogados. Eso sin hacer mención a que los tendremos en tonos, politonos, sonitos, videotonos, mierditonos y demás.



Un servidor, por el momento, seguirá escuchando de vez en cuando esas canciones tan entrañables que nos dejaron y que, más a menudo de lo que debería, berrea jugando al Singstar. Y se me olvidaba decirlo: acabé comprando los discos.

16 de julio de 2008

Premio "Ácido blog"

Mireia desde su divertido blog Me cansé de ser maceta se ha vuelto a acordar de mí y me ha hecho entrega de otro premio. En este caso se trata del premio "Ácido Blog", que se otorga a aquellos blogs cuyo estilo se fundamenta en que sus post son en su mayoría reflejo de la opinión y el criterio particular de sus administradores, y por supuesto, que se destaque lo asertivo, coherencia, fluidez, creatividad y acidez en sus opiniones. Ahí es ná.



No sé como debería tomarme el premio. Lo de ácido puede interpretarse por la franqueza con que puedo -o no- haber escrito las entradas, pero que, con la acidez del limón, a veces ésta sea excesiva, provocando picor e irritación. Por otro lado, podría tomármelo como algo bueno, ya que los limones contienen vitamina C, muy útil para nuestro organismo. Vaya, y la lejía que uso para desinfectar también lleva limón, lo mismo que el lavavajillas con que lavo los platos... Creo que le estoy dando demasiadas vueltas. Únicamente espero continuar constante.

Me ha hecho mucha ilusión, la verdad, y más viniendo de quien viene. Parece que fue ayer cuando empezamos a comentar en sendos blogs, y ya han pasado varios meses. Lo agradezco muchísimo, y os recomiendo encarecidamente que visitéis su blog y leáis lo que ya dije de ella tiempo atrás.

Ahora debería hacer entrega del premio a otros blogs, ese sería el procedimiento habitual. Sin embargo, lo aparcaré durante unas semanas. Ahora rescataré el "premio Brillante Weblog 2008", el cual recibí durante el mes de Mayo y aún no había entregado a nadie. Éste, según sus instrucciones, debe ser entregado a aquellos blogs que se considere que, por su diseño y temática, sean merecedores de ser premiados.



Únicamente se lo daré a dos blogs por dos claros motivos; por una parte porque me gustaría que fuera algo distintivo, y, por otro, porque me gustaría dárselo a dos blogs que no lo han recibido aún. Ahí van:

¿Te puedo decir una cosa?: Por su diseño, tan divertido y agradable de ver. Por su contenido, tan dispar a la vez que ameno, y actualizado constantemente. Pero sobretodo, por la expectación que me levanta al esperar que escriba una nueva entrada.

Ojos de pez: Porque, pese a no llevar prácticamente ni un mes abierto, ya ha conseguido que entre a menudo a la espera de encontrarme con nuevo contenido que me descubra un poquito más algo de quienes colaboran en el blog. Chicos, chicas (por eso de la paridad en la escritura que tanto demandan algunos), os va a tocar repartir el premio entre cinco.

Ya sabéis como va ésto: si lo consideráis oportuno, entregadlo a los blogs que creáis. Pero, lo hagáis o no, continuad con vuestros estupendos blogs.

14 de julio de 2008

Sweeney Todd

Partamos de que me encanta Tim Burton. He visto todas sus películas y la mayoría de producciones en las que ha participado, tengo las bandas sonoras de ellas, y he leído algunos libros sobre él. Digamos que lo adoro. Únicamente me faltaba por ver su última creación, y al no poder asistir a las salas de cine, decidí esperar a su salida en DVD. Y de ahí que realice un post sobre ella con tanta demora.

Siempre he manifestado que me encantan los musicales. Con ellos, gustándome las canciones, me cuesta muchísimo ser objetivo. Quizás es porque adoro que las películas se me graben en la mente, y, mediante los números musicales, eso resulta más sencillo. A lo mejor, quizás, porque son uno de los mayores géneros cinematográficos para explotar el talento musical e interpretativo de los actores que intervienen. Quizás, también, por ser una de las plataformas más perfectas para contar dramas e historias de amor, géneros que adoro. Quizás, quizás, quizás... tal y como rezaba Sara Montiel en La Mala Educación, el film de Almodóvar.

El hecho es que me encantan, siempre y cuando se hagan con cabeza y las canciones no estén metidas con calzador. Éste es uno de esos casos en que se ha hecho bien, y si a ello le sumamos que la cabeza culpable es la de Tim Burton, el resultado no puede ser otro que un gran film.

La película está basada en un musical de Broadway que narra la historia de Benjamin Barker, un barbero que, tras un largo período de injusto cautiverio, regresa a su ciudad natal para buscar venganza en aquellos que le hicieron perder a su familia y todo lo que tenía. Sweeney Todd está interpretada por el gran Johnny Depp, el hombre de las mil caras y musa oficial de Burton. Enfrente de él tiene a la esposa de Burton, Helena Bonham Carter, la propietaria de la pastelería situada debajo de la barbería de Sweeney. Nunca he sido fanático de esta mujer, pero con papeles como éste hace que enamorarse resulte sencillísimo. Borda su papel, y con su magnífica interpretación, tanto de los temas musicales como de los diálogos, ha conseguido cautivarme.


Al otro lado, en el de los villanos, encontramos al siempre cumplidor Alan Rickman en el papel de Juez Turpin, y a Timothy Spall como Beadle Bamford, el siniestro cómplice del juez. Tampoco podemos pasar por alto los papeles de Sacha Baron Cohen, mundialmente conocido tras interpretar a Ali-G y a Borat, y al joven Ed Sanders en el papel de Toby. Lo mismo que a la pareja de enamorados, los cuales no citaré para no desvelar más aún la trama, pero que estan más que correctos en su pequeño papel. En resumen, todos y cada uno de los actores realizan a la perfección su cometido.

El diseño de los decorados y del vestuario es sencillamente perfecto, evocando ese tono gótico que tanto gusta a Burton, y que tanto nos gusta de él. Paisajes aterradores, oscuros, sombríos y lúgubres. La fotografía es simplemente perfecta, imponiéndose los tonos grises y el rojo-rosáceo de la sangre, la cual emana a litros durante todo el film. La banda sonora tampoco se queda atrás, y es realmente fantástica. Apabullante me atrevería a decir. Y es que una vez acaba una escena musical, ya estás deseando que empiece la siguiente, y eso es algo muy complicado de conseguir.

En lo que respecta a la trama en sí, es una película divertidísima, con un humor muy negro y macabro. Tan divertida y macabra, que hace que las casi dos horas de duración de la cinta se queden cortas. En definitiva, una obra de arte más a reivindicar en la ya numerosa filmografía de Tim Burton, otra más.



Para finalizar, me alegro enormemente de que no se hayan doblado las canciones, y nos las hayan ofrecido en versión original subtituladas. Aún tengo pesadillas al ver El Fantasma de la Ópera con los números musicales traducidos. Una gran película con una gran edición en DVD. Como debe ser.

Calificación: 8

10 de julio de 2008

Asesinos con carné

No tengo sueño y estoy de bastante mala leche, así que aprovecharé este blog para desahogarme (como tantas y tantas veces). Y es que, visitando algunos periódicos electrónicos, leo que una serie de conductores han sido detenidos por participar en una carrera ilegal por nuestras carreteras, alcanzando velocidades de hasta 230km/h, y saltándose cualquier normativa existente. Los susodichos participaban en la Cannonbal Run Europe 2008, una competición organizada para los intrépidos conductores propietarios de algún vehículo de gama alta. Los competidores han sido denunciados y condenados a pagar una multa de entre 150 y 450€.

No entiendo qué se le pasa por la cabeza a alguien que circula a esas velocidades, a alguien que pone su vida en juego en una carretera por alcanzar alarmantes velocidades. Y no hablo de pilotos, puesto que éstos se ganan la vida con ello, y allá cada cual con jugarse su integridad física en un circuito a cambio de algo de dinero. Hablo de los estúpidos que aprietan el acelerador al máximo por las carreteras públicas, que ponen cara de duro, metiendo gas, y con un semblante de intrépido. De gilipollas motorizados.

El futuro de esta gente suele ser la de fallecer estúpidamente, con la semblanza en el rostro antes descrita, pero lo peor del caso es que no llevan a cabo una partida solitaria, sino que suelen hacerla en grupo. Suelen llevarse por delante a gente que, posiblemente, no tenga ningún interés en acompañarles en el viaje, ya sean amigos, parientes, la novia, una pareja con dos criaturas que va en el coche opuesto, etc. No tendrán la valentía de estamparse contra un muro, lejos de cualquier otro conductor, evitando ponerlos en peligro... pero no, eso no.



Y es que estoy hasta las narices de ver a estos tipejos por la carretera, adelantando por izquierda y derecha indistintamente, usando el intermitente como si fuera un artículo de lujo, pasándose por el forro de los pantalones del chandal la distancia de seguridad, ignorando los carriles al entrar en rotondas... creyéndose los putos reyes del mambo. Estoy harto de ver a gente que no valora la vida que posee, ni las vidas de los que le rodean. Harto de ver como derraman por ellos lágrimas que no merecen. Y harto de ver como se llevan por delante a gente que sí merece que las derramen por ella.

¿150€ de multa? ¿Eso es todo? Propongo que, con la de ladrillos que sobran en España debido a la crisis en el sector de la construcción, les obliguen a construir el muro contra el que posteriormente se deberán estampar, y que aquellos a quienes quieran presencien el espectáculo. Que vean que el a mí no me va a pasar no siempre se cumple. Valientes hijos de puta.

4 de julio de 2008

Aspirador: 4500 puntos

Me encanta el verano. Me encanta disfrutar del sol descargando sacos de un camión. Me encanta ver amanecer empapado en sudor. Adoro que suene el despertador y aún no hayan apagado la iluminación de las farolas. Me chifla comprarme un helado en una máquina y que me salga completamente deshecho. Pero sobretodo, en verano me encanta perder una tarde entera en un centro comercial.

Y es que ayer, a la salida del trabajo, fuí por casa, me pegué una ducha de agua fría, y me largué a quemar la banda electrónica de la tarjeta de crédito. Pero por lo que parece, todo el mundo pensó lo mismo. Tiendas a reventar, el género todo cambiado de sitio o apilado en cualquier lado, críos chillando y correteando por los pasillos, niñas de 14 años con ínfulas de protagonistas de Sexo en Nueva York, etc. Un auténtico agobio... pero me gusta.

Cuando trabajaba cara al público, en cuanto se nos echaba encima el verano mi pensamiento siempre era el mismo: "ahora esto se llenará de hijoputas que vienen a disfrutar del aire acondicionado y a dejar que los críos destrocen la tienda en vez de sus casas". Y ayer, pese a no tener el mismo trabajo, opiné del mismo modo. Ver a algunos padre dentro de una tienda, con las gafas de sol puestas y la mente en otra dimensión, y sus hijos manchándolo todo con un helado deshecho, hace que me plantee seriamente el voto a favor de la castración de ciertos individuos. Otro clásico es el individuo que todo lo toca y todo lo deja mal colocado. Seguro que su casa está perfecta, pero el ir por ahí desordenándolo todo le debe aumentar la líbido. También está la que la hueles a 3 kilómetros de distancia porque se ha ido echando un chorro de todas las colonias de muestra. Luego dicen de las mofetas. Y ya no hablemos de cuando ves a un hombre huír despavorido de su mujer, la cual le persigue con medio Zara para llevárselo captivo al guardarropa.

Cómo trabajador esas cosas me sacaban de mis casillas, pero como consumidor, se han acabado convirtiendo en algo necesario. Por una parte es odioso, pero por otra consigue que se dibuje en mi rostro una sonrisa maquiavélica y, a la vez, melancólica y feliz, recordando los tiempos en que todo eso me inflaba enormemente la entrepierna (metafóricamente hablando, está claro). Así que, rodeado de gritos, correteos y empujones, realicé algunas compras ociosas para empezar con alegría el verano.



Que sí, que no hay que caer en el consumismo atroz, que estamos en una sociedad capitalista, y todo ese rollo... bla bla y bla. Pero siempre he opinado que cada cual que haga con su dinero lo que crea oportuno, siempre y cuando no haga con ello daño a nadie. No trabajo de 10 a 12 horas diarias por gusto, por amor al espíritu trabajador o por realización personal. Y jornadas como la que me pegué ayer, y que me pegaré mañana comprando libros, son las hacen que siga doblando el lomo, día tras día, bajo el caluroso y asfixiante sol de verano. El dinero no da la felicidad, pero, tal y como escribió Woody Allen en una de sus películas, "procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia".

Con lo que gasté ayer, cada vez me faltan menos puntos Estrella para conseguir el preciado aspirador. Pelusas y restos de suciedad que corréis por el suelo: Temed. Vuestro final está cerca, muy cerca. Pero mientras no llega ese día, me seguiré desgañitando con el SingStar.
 
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