10 de marzo de 2008

Subidón de azúcar

Alguien me comentaba lo mal que lo está pasando por culpa del amor, ese estado de ánimo que algunos aseguran que provoca taquicardias. Tener sensaciones de frío o calor, o visualizar el mundo de una manera irreal, mágica. El día a día lo supera, y es que el presente avanza de forma implacable, obligándole a rehusar parte del pasado para no quedarse anclado en los recuerdos. Con ese avanzar sin girar la vista atrás, se borraron sus pisadas, se apagaron sus latidos, y, como dice la canción de Sabina, todo fue ruido. Él desearía que le invadiera un silencio de los que hacen callar. Un silencio de los que hacen cerrar los ojos. Un silencio con el que el mundo se detuviera por unos instantes.

Es entonces cuando racionalmente tiende a buscar respuesta en la música. Dicen los entendidos que la música pop alberga esperanzas para todos aquellos con el corazón roto, y es que desde siempre este género ha utilizado el tema del amor como hilo central de sus letras y mensajes. La lista sería interminable, desde Antonio Machín al ya citado Joaquín Sabina: "Y morirme contigo si te matas, / y matarme contigo si te mueres, / porque el amor cuando no muere mata, / porque amores que matan nunca mueren...". Todos ahondan en la fragilidad de este sentimiento, y en el dolor que puede llegar a causar.

Y, de pronto, aparece Miqui Puig, ex-líder de Los Sencillos, jurado de un concurso de talentos y, por encima de todo, eterno adolescente, que crea esa preciosidad llamada "La puta canción de amor en la que el chico gana". El tema es a dúo con Jeanette (la que popularizó el tema "¿Por qué te vas?), una canción de amor redonda: excusas, novillos, cafés, azúcar, caricias, besos dulces en la frente, paseos agarrados de la mano... ese mundo "irreal" al que todos, una vez u otra, hemos anhelado ir. "Pídete un día de fiesta, diles que estás enferma, / yo te vendré a buscar, temprano a tu casa y saldremos los dos juntos a pasear. / Tengo algo que decirte, no es nada de amigos, / no hay ninguna fiesta. / Lo que te tengo que decir empieza con amor y acaba... / Espero que acabe bien. Cafés, manzanas, / calles vacías, abrigos, bufandas... / no piensas decir nada. / No cierres los ojos si ya sabes lo que voy a decir. / No importa, es fácil...".

Y es entonces cuando cierra los ojos y el ruido cesa al son de esta tierna e idílica historia.


Dale al repeat, no abras los ojos todavía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bon post álvaro! jeje xo m'estalvio el comentari, de música no hi entenc.. i en l'amor sempre serem uns glediers (mecagumdena, aquesta paraula serveix per tot jajaja)

per contrarestar la cançó del M Puig i com a bon gledier, apa.. una pastelada de les bones xDD

http://www.youtube.com/watch?v=QTFZJIJq82I

(PD: mestoyconvirtiendoenchicoyoutubecagundena)

 
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